jueves, 29 de julio de 2010

Nacionalismo o como resaltar las diferencias







Ayer en el Parlamento Catalan se ha escenificado la esencia del nacionalismo catalán, aunque puede ser aplicado a cualquier nacionalismo separatista, la exaltación de las diferencias, reales o imaginarias, para resaltar lo que separa frente a lo que une. Porque aunque lo hayan disfrazado de defensa de los animales es una decisión puramente política, sino por qué prohiben las corridas y permiten la existencia de los "corre bous"; ¿será porque las corridas son la Fiesta Nacional Españolas y los "corre bous" una expresión de la cultura catalana?

Desde el nacimiento de las Autonomías hemos asistido a una fuerza centrípeta tendente a resaltar la esencia cultural del ente autonómico frente a la cultura nacional; esta fuerza centrípeta ha sido especialmente intensificada en los territorios con lengua propia, donde los últimos 30 años se han dedicado a un proceso de ingeniería social tendente a crear puros ciudadanos de la nacionalidad catalana o vasca por medio del monolingüismo frente al bilingüismo, la historia catalana frente a la historia común (p.e. Exposición "1000 años de historia de Cataluña", que no tendría la mayor importancia sino fuera porque
lo que intenta transmitiese es la existencia de Cataluña frente a una España que la invadió y sometió, suprimiendo la cultura catalana.

Pero no solo estamos asistiendo a una exaltación del nacionalismo identitario, estamos asistiendo a una paulatina, pero constante, debilitación del edificio constitucional con el fin de ir a un federalismo como paso previo a la independización de ciertos territorios del Reino de España. Así se entiende el continuo enfrentamiento con las Instituciones del Estado y la asunción de competencias que la Constitución asigna en exclusividad al Gobierno de la Nación (representación en el exterior, selecciones nacionales, organización provincial, etc). Pero lo más preocupante es la deriva del Partido Socialista Obrero Español y, especialmente, de su Secretario General, sr. Rodriguez Zapatero, en la defensa del marco constitucional y de las Instituciones del Estado.


-- Desde Mi Ipad

martes, 27 de julio de 2010

Peticiones al Santo y la Realidad



El domingo, durante la celebración de la fiesta del patrón de España, S.M. el Rey pronunció las siguientes palabras:
"Ilumina por ello a nuestras autoridades y responsables políticos, económicos y sociales para que sirvan con generosidad al interés general y favorezcan siempre la cohesión y el entendimiento entre todos, atendiendo con eficacia a los problemas de nuestros ciudadanos. Ayúdanos a erradicar el odio, la violencia y la sinrazón de la barbarie terrorista cuyas víctimas y familiares afectados merecen todo nuestro respaldo y están siempre en nuestros corazones." 25/07/2010
Mientras tantos nuestros políticos a lo suyo:

  • Rodriguez Zapatero a ver si salva la legislatura y su futuro político consiguiendo su ansiada paz en el País Vasco; para ello sacrificará a todo y a todos. Si en la pasada legislatura los atentados terroristas eran "accidentes" (aunque algunos le disculpen) y Otegui un Hombre de Paz; en esta manda a Rubalcaba a decir:
"En Nanclares de Oca noy hay ningún preso de ETA. Todos los que están ahí no están en ETA. Han condenado la violencia, han pedido  perdón y están pagando las responsabilidades civiles a las víctimas" 19/07/2010


  • Rajoy a estar de perfil, a ver si la crisis hace pasar el cadáver de Zapatero por delante de la puerta de la sede del PP en la calle Génova, el problema es que los cadáveres políticos a veces resucitan y que el electorado no va a votar a alguien que demuestra ese grado de inacción que muestra Rajoy cada día.



Tira de Idigoras y Pachi publicada en El Mundo del 26 de julio de 2010


Gracias a Dios nuestros deportistas demuestran como se superan los retos: con trabajo, espíritu de superación, sacrificio, anteponiendo el objetivo a los intereses cortoplacistas, etc.


Victoria Alonso en GP Alemania 2010
Victoria de Contador en el Tour 2010

miércoles, 21 de julio de 2010

Julio, la Democracia y el Estado Moderno

En el mes de julio se celebran dos efemérides muy importantes en la historia de la Humanidad, el 4 de julio, la Independencia Americana, y el 14 de julio, la Revolución Francesa. Estos dos eventos marcan el comienzo de la Edad Contemporánea, pero sobre todo pusieron las bases del Estado Moderno y el sistema democrático.

La Declaración de la Independencia Americana, leída en Filadelfia el 4 de julio de 1776, supone el nacimiento de la nación americana y de la democracia más antigua que sigue funcionando actualmente, pero no por ello con una de las mejores cartas magnas.


Preambulo de la Declaración de la Independencia de los EE.UU. de America

When in the Course of human events, it becomes necessary for one people to dissolve the political bands which have connected them with another, and to assume among the powers of the earth, the separate and equal station to which the Laws of Nature and of Nature's God entitle them, a decent respect to the opinions of mankind requires that they should declare the causes which impel them to the separation.

We hold these truths to be self-evident, that all men are created equal, that they are endowed by their Creator with certain unalienable Rights,[71] that among these are Life, Liberty and the pursuit of Happiness. That to secure these rights, Governments are instituted among Men, deriving their just powers from the consent of the governed, That whenever any Form of Government becomes destructive of these ends, it is the Right of the People to alter or to abolish it, and to institute new Government, laying its foundation on such principles and organizing its powers in such form, as to them shall seem most likely to effect their Safety and Happiness. Prudence, indeed, will dictate that Governments long established should not be changed for light and transient causes; and accordingly all experience hath shewn, that mankind are more disposed to suffer, while evils are sufferable, than to right themselves by abolishing the forms to which they are accustomed. But when a long train of abuses and usurpations, pursuing invariably the same Object evinces a design to reduce them under absolute Despotism, it is their right, it is their duty, to throw off such Government, and to provide new Guards for their future security




La Carta Magna Americana, creada el 17 de septiembre de 1787, hace ¡la friolera de 223 años!, establece un inteligente sistema de frenos y contrapesos entre los tres poderes del Estado: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. El objetivo último de los Padres de la Constitución fue evitar el despotismo y amparar la primacía de los derechos del individuo sobre los del Estado.

Texto del preámbulo de la Constitución Americana

We the People of the United States, in Order to form a more perfect Union, establish Justice, insure domestic Tranquility, provide for the common defence, promote the general Welfare, and secure the Blessings of Liberty to ourselves and our Posterity, do ordain and establish this Constitution for the United States of Americ”

Ojala en la democracia española hubiese los sistemas de frenos y contrapesos de la democracia americana, así evitaríamos que el Parlamento fuera un mero seguidor de la decisiones del Ejecutivo de turno y el poder Judicial un espejo de la composición del Parlamento. Esto evitaría situaciones tan absurdas y dañinas como la ocasionada por la tramitación del Estatuto de Cataluña y la sentencia del Tribunal Constitucional.


El 14 de julio de 1789 se produce la toma de la Bastilla y con ella acaba el Antiguo Régimen. La Revolución Francesa supuso el fin del gobierno absolutista de la monarquía y su designio divino, transfiriendo la soberanía al pueblo, llevando a la práctica real lo que los teóricos del Despotismo Ilustrado trataron de tutelar desde las monarquías absolutistas.

Algunos de los grandes avances que trajo loa Revolución Francesa son:


  • La separación Estado-Iglesia, ya anticipada por el Despotismo Ilustrado


  • La separación de los tres Poderes del Estado


  • La Declaración de los Derechos del Hombre


  • La organización del Estado Moderno: el principal ideologo e impulsor de este fue Napoleón Bonaparte

A pesar de las efemérides tan relacionadas con la democracia y sus bases, el mes de julio de 2010 en España esta siendo un ejemplo de adulteramiento del nuestra Carta Magna. Así el Presidente del Gobierno se permite prometer restituir a los catalanes, con los cambios legislativos necesarios, los recortes establecidos por la sentencia del TC sobre la constitucionalidad del estatuto Catalán.  Entra en vigor de la nueva Ley del Aborto que es un atropello de uno de los principios del Derecho Natural, el derecho a la vida, y al artículo 1º de la Declaración de los Derechos del Hombre: "Los hombres han nacido, y continúan siendo, libres e iguales en cuanto a sus derechos".

domingo, 18 de julio de 2010

La desvergüenza de la Izquierda Española



Esta semana han llegado a España los presos políticos cubanos desterrados por la Dictadura Cubana. En la rueda de prensa han relatado las vejaciones y torturas que usa el "régimen revolucionario" para represaliar a las voces criticas.

Ni en la  rueda de prensa, ni en los días posteriores han aparecido los progres que luchan por los Derechos Humanos: "sindicato de la ceja", Willy Toledo y el superluchador por los Derechos Humanos: Baltarsar Garzón. Por sus acciones quedan retratados estos progres. Los derechos Humanos le importan un pimiento, sólo los usan como bandera cuando les interesan como campaña mediática para extender su ideología sectaria y excluyente de todo pensamiento distinto.

Pero lo más vergonzoso ha sido la actuación del Ejecutivo de Rodriguez Zapatero, el luchador de los Derechos Sociales, Humanos y la Alianza de Civilizaciones; trae a los presos cubanos a España, los mete en una pensión en Vallecas y les concede el estatus...  ¡de inmigrantes!

¡Olé, Olé! por el Gobierno

Cada día más claro que la izquierda sólo piensa con la neurona sectaria e ideologizada.

jueves, 15 de julio de 2010

Debate sobre el Estado de Zapatero

Hoy en el Parlamento de la Nación se ha escenificado una obra teatral:

- Zapatero ha representado dos papel muy peligrosos; el primero es el que lleva un par de años haciendo, el de Dr.Hyde y Mr. Jeckyl. Esta personalidad trastornada le permite decir una cosa y la contraria y no ruborizarse, es decir, un día establece "líneas rojas de la reforma laboral y nunca abaratará el despido" y a los meses recorta la indemnización por despidonde 45 a 28 días. El segundo personaje es el que más miedo da, es el de retorcedor de la Ley con tal de mantenerse en el sillón. Ante la presión del PSC, ZP esta dispuesto ha publicar leyes que permitan subvertir el dictamen del TC con tal de contentar a los nacionalistas catalanes.

- El bodebil nacionalista, con el PSC a la cabeza, ha representado a la dama despechada que se siente despechada por la sentencia del TC sobre el Estatuto de Cataluña.

- Rajoy ha desempeñado el papel persona sensata que le dicen al "rey que anda desnudo" y que lo mejor que puede hacer es " vestirse e irse"

Si Zapatero se creyese lo que dice, estando tan dispuesto a "tomar las medidas que sean necesarias aunque no sean populares, ya que es un hombre de Estado; no como Rajoy", lo que debería hacer es dimitir e irse; pero no, no esta dispuesto, sus única obsesiones son mantenerse en " el sillón" y reescribir la historia.

lunes, 12 de julio de 2010

España Campeona del Mundo de Futbol

Hoy la Selección nacional se ha llevado el premio al coraje, el afán de superación, al trabajo en equipo, a primar el fin colectivo en lugar del individual, en definitiva, a los valores de una Nación sobre la demagogia de otras clases (véase la soberana tontenria del sábado por las calles de Barcelona).

viernes, 9 de julio de 2010

A un paso de la república bananera

Estos dos últimos días han sucedido varios hechos relevantes que ponen de manifiesto cómo actúa el Gobierno de Zapatero. La filosofía del leones es:

1- Echar sal en aquellos temas que puedan polarizar a la opinión pública en dos bloques
2- Usar los resortes del Estado para destruir al adversario
3- Retorcer el marco legal si es menester para mantenerse en la silla
4- Imponer su visión segada y manipulada de la historia


El punto 1 ha tenido esta semana un hijo putativo, la entrada en vigor de la nueva ley del Aborto. Ley que persigue el aborto libre, no el uso de la presención para evitar los más de 100.000 abortos anuales. Los progres que tanto de manifiestan contra las penas de muertes del sistema judicial americano, no ponen ni un reparo en matar al narciturus, ser humano.
¿cómo puede ser que en España, a pesar de tanta formación sexual impuesta por los gobiernos de izquierda, los abortos crezcan de un año hacia atrás.

El punto 2 queda meridianamente demostrado por la ultima "caza de brujas" de Rubalcaba. En el "caso Ripoll", 70 policías nacionales detienen al Presidente de la Diputación de Alicante por la mañana y le sueltan por la tarde, registran su domicilio y su despacho oficial. Una vez que la noticia ha abierto los telediarios del mediodía, se descubre que no hay orden judicial para la detención, acto que la policía sólo puede hacer si se esta cometiendo un delito in fraganti. Por tanto, estamos ante un posible delito de detención ilegal.


No sé si Ripoll ha cometido un delito o no, eso lo determinará el juez, en ese caso que caiga todo el peso de la Ley; pero lo que es intolerable es que la Policía detenga a un ciudadano sin orden judicial ni supervisión judicial, eso sólo ocurre en las repúblicas bananeras o en los estados totalitarios. Cada vez son más frecuentes los abuso cometidos por la Policía que dirige Alfredo Perez Rubalcaba, el ministro de Zapatero no tiene ningún reparo en detener al adversario para que salga en los telediarios, se publiquen titulares y que la ciudadanía juzgue al detenido; una vez destruida la reputación del adversario da lo mismo que 1 o 2 años después quede demostrada su inocencia.

Hay que ver que diligencia demuestra la Policia y el Fiscal anticorrupción con la oposición, mientras el Presidente Bono no es detenido ni investigado por "el pelotazo de Seseña". En este último caso, el informe del fiscal sobre el posible delito duerme el sueño de los justos.

lunes, 5 de julio de 2010

El nudo gordiano de Zapatero

Corría el otoño electoral de 2003, cuando Zapatero, al igual que  Gordias, anudo un nudo del cual no se ha podido deshacer, embrollandolo cada día más, se diría que va a acabar ahogado por él.  en aquella tarde mitinera, ante un Palau totalmente abarrotado, el Presidente prometió:

"Apoyaré el estatuto que salga del Parlamente de Cataluña".

Desde entonces, el parto del Estatuto Catalan ha ido liando hasta conformar un nudo gordiano, tan dificil de desatar como el de la leyenda. Es más, la solución que exige deberá ser tan imaginativa y arriesgada como la tomada por Alejandro Magno:

"Es lo mismo cortarlo que desatarlo"

Ayer, las primeras palabras del Presidente Rodriguez, tras conocer el fallo del Tribunal Constitucional (TC) sobre el recurso de inconstitucionalidad del Estatuto de Cataluña, presentado por el PP, el Defensor del Pueblo y otras instituciones, fueron:

"Mi doble satisfacción: por el esfuerzo realizado para dar cauce a la voluntad de reforma, y por haber esta prosperado en sus objetivos esenciales al amparo del marco constitucional"
Sin comentarios.

Reproduzco integramente el editoral de El Mundo de ayer, 4 de julio, porque me parece insuperable.

El parto de 'Torcuata'

Ayer se cumplieron 34 años de aquel 3 de julio de 1976 en que el último presidente de las Cortes franquistas, el tan altivo y distante como inteligente y agudo Torcuato Fernández Miranda, pronunció ante la prensa, al término de una reunión clave del Consejo del Reino, la frase destinada a convertirse en el abrelatas institucional de la Transición: «Estoy en condiciones de ofrecer al Rey lo que el Rey me ha pedido».







También era un sábado muy caluroso. En el Madrid efervescente y ansioso que, a falta de partidos legales, vivía el apogeo de los cenáculos políticos prevalecieron durante unas cuantas horas dos noticias -una mala y una buena- que resultaron ser igualmente falsas. La mala era que el arrogante catedrático asturiano, altamente valorado por el Rey, pero poco querido entre sus coetáneos, no sólo había doblado la mano del Consejo del Reino, sino que tenía la desfachatez de jactarse públicamente de ello. La buena, que, gracias a esa imposición, Don Juan Carlos iba a cerrar de forma inminente la crisis abierta tras la dimisión inducida de Arias Navarro con el nombramiento de José María de Areilza, el favorito de intelectuales, aperturistas y demócratas en general, como nuevo presidente del Gobierno.






Pero a las ocho y media de la tarde, ante la estupefacción general, TVE anunció la designación de Adolfo Suárez. El nombre del cosmopolita Areilza ni siquiera había estado en una terna en la que relucían las figuras de Federico Silva y Gregorio López Bravo, paladines de las dos familias «católicas» del régimen, y en la que el finalmente elegido parecía ir de mera comparsa. Eso es, al menos, lo que creyeron la mayor parte de los 16 miembros del Consejo del Reino que durante dos días habían ido cribando una lista de 32 nombres, sin que Fernández Miranda les transmitiera ninguna consigna previa. Su habilidad había consistido en ir haciendo avanzar al candidato del Rey sin que se notara, apuntando sutilmente cualidades coincidentes con las de Suárez, hasta situarle en la última votación como alternativa al candidato indiscutible del sector azul, Rodríguez de Valcárcel, cuya grave enfermedad -¡qué lástima que Alejandro…!- fue oportunamente enfatizada.






Ese era el verdadero significado de la frase, aparentemente campanuda y fatua. Fernández Miranda había conseguido que un órgano colegiado, integrado por personalidades de peso, celosas de su reputación y su conciencia, adoptara libremente una decisión inimaginable para quien no estuviera en el secreto, pues como el propio Adolfo Suárez decía de sí mismo, él no era, dentro del escalafón del régimen, sino «un chusquero de la política».






Lo que estoy evocando no es una mera escaramuza para curiosos de la historia reciente, porque al «estar en condiciones de ofrecer al Rey» eso que el Rey le «había pedido», Fernández Miranda estaba dando el paso decisivo para transformar la democracia orgánica franquista en una monarquía constitucional, mediante una técnica providencialmente diabólica: «De la Ley a la Ley, sin apartarse de la Ley». A partir de ese primer sábado de julio el proceso ya no tuvo vuelta de hoja.






Cuando en diciembre de 2004 yo me permití asimilar los primeros balbuceos de María Emilia Casas como presidenta del Tribunal Constitucional, poniendo en duda el concepto de Nación española que le correspondía proteger, a aquella estrategia de desmontaje del franquismo desde dentro, hasta el extremo de rebautizarla como Torcuata Fernández Miranda, uno de los hijos del ilustre difunto me envió una carta impregnada de toda la acidez que ocasionalmente podía caracterizar a su padre, pero desprovista de la honda perspicacia que nunca le abandonaba. Pese a haber hecho una estimable carrera política, aquel hombre no había entendido nada.






Yo no estaba equiparando ni la altura intelectual, ni la talla moral, ni el papel político de ambos personajes, sino su hoja de ruta, su técnica jurídica, su receta para producir un cambio constitucional por vía de deslizamiento. En ese momento el proyecto de Estatut, promovido por Maragall y Zapatero, aún estaba cociéndose en el horno de la ponencia del Parlamento catalán y dominaban los pronósticos de quienes auguraban que nunca pasaría de esa fase, pero las alocadas reflexiones del presidente sobre la Nación como «algo discutido y discutible», combinadas con esa inaudita pulsión autodestructiva de la guardiana del orden constitucional, ya auguraban lo peor.






Por eso escribí: «En manos de la señora Casas no está, afortunadamente, cambiar la Constitución, pero sí señalar el camino para hacerlo… Estimulando con sus palabras a prefigurar, a través de la reforma del Estatuto catalán, los hechos consumados que deberían obligar al PP a rendirse a la evidencia de una mutación de facto de la realidad constitucional, cualquiera diría que la señora Casas anhela poder pronunciar algún día la misma frase que supuso la apoteosis del cínico catedrático asturiano que dinamitó el franquismo: "Estoy en condiciones de ofrecer al presidente Zapatero lo que el presidente Zapatero me ha pedido"».






Pues bien, ese día llegó el lunes cuando, tras urdir un último apaño a dos bandas con los incondicionales del Gobierno y el Dúo Sacapuntas, María Emilia Casas logró que el Tribunal Constitucional avalara por seis votos contra cuatro la legalidad de la mayor parte de los artículos del Estatut. Es cierto que lo que a Torcuato Fernández Miranda le costó unos meses de gestación, y día y medio de ejecución, ha supuesto en el caso de su émula un elefantiásico parto de más de cuatro años de contracciones y espasmos; y también es cierto que la tesis de Carlos Marx -a propósito de los golpes de Estado de Napoleón I y Napoleón III- de que la Historia siempre se repite como farsa, ha quedado refrendada en este caso con especial intensidad esperpéntica. Pero, o mucho me equivoco, o también ahora hemos cruzado el punto de no retorno en el tránsito del régimen constitucional del 78 a otro de perfiles como mínimo inquietantes.






Sólo su obsesión por la conquista del poder a corto plazo explica la mezcla de conformismo e incluso alivio con que el PP de Rajoy ha acogido el fallo y el propio Aznar se ha quedado corto. Es cierto que hasta que no se confirme la literalidad de la sentencia en lo que se refiere a las 24 «interpretaciones conformes», no se podrá emitir un juicio definitivo, pero, a juzgar por lo filtrado, tendremos que pasar de lo simplemente desastroso a lo decididamente catastrófico, pues ya sabemos que en todo lo esencial se trata de una resolución encaminada a facilitar el desbordamiento del marco constitucional fingiendo que lo preserva.






Los ejemplos son innumerables, empezando por el ardid del preámbulo. Lo que en el fondo ha hecho el Alto Tribunal al enfatizar algo tan obvio como que la autodefinición de Cataluña como Nación carece de «eficacia jurídica» -faltaría más- es blanquear su inclusión como verdad revelada e hito de referencia del relato nacionalista del que se desprende el resto de la norma. Si el Tribunal hubiera querido zanjar de verdad esa cuestión seminal, habría anulado el preámbulo. Al consentir su vigencia con esa especie de nota a pie de página, no viene sino a potenciar el carácter de asignatura pendiente de la reivindicación soberanista. Menudo precedente para cualquier norma jurídica: con la coartada de que lo afirmado no es de aplicación práctica, cabe a partir de ahora incluir en ella postulados que distorsionen o incluso neutralicen su propia sustancia. ¿Qué broma es ésta, alegarán las generaciones venideras, de que a quienes se han definido institucionalmente como Nación se les trate de contentar con un simple estatuto de autonomía? Pero hoy la pregunta debería ser a la inversa.






Ítem más, si los magistrados Aragón y Jiménez hubieran votado contra los demás artículos que establecen «los derechos históricos» como fuente de soberanía, proporcionan a las instituciones catalanas competencias exclusivas del Estado -de manera flagrante en materia de política exterior- o las sitúan en un plano de bilateralidad con las españolas, su actitud habría sido coherente. Pero como no lo han hecho, quedo a la espera de conocerlos -y de seguir su trayectoria, nombramientos, condecoraciones y demás recompensas- para dictaminar si es que son demasiado tontos -los más tontos de varias promociones de juristas- o demasiado listos.






El otro gran brindis al sol es el de las «interpretaciones conformes». Con razón apuntaba el jueves Secondat, que algo sabe de la materia, que mantener la vigencia de una norma con la salvedad de que debe entenderse de una manera determinada, supone lavarse las manos al modo del «despreciable Pilatos». Sobre todo cuando esa acepción es la menos obvia de todas las posibles y el tribunal no tiene mecanismos de control directo que garanticen el acatamiento de sus restricciones.






De nada sirve que se anule la caracterización del catalán como idioma «preferente» si se da por buena su condición de «lengua normalmente utilizada como vehicular y de aprendizaje en la enseñanza». Sobre todo cuando una patética «interpretación conforme» no sólo preserva la inmersión obligatoria, es decir, el circuito único de enseñanza en catalán y por lo tanto la inaudita imposibilidad de estudiar en español en una parte de España, sino que lo hace mediante la cínica simulación de que ni ese atropello está sucediendo, ni está en el ánimo del legislador fomentarlo. Si lo publicado esta semana es lo que finalmente aparece en la sentencia estaremos ante la mayor vileza intelectual que se recuerde y Casas, Sala, Gay, Pérez Vera y el Dúo Sacapuntas merecerán que los viandantes les digan de todo menos bonitos durante el resto de sus vidas.






No sólo se trata del abuso más grave que va a quedar convalidado, sino también del ejemplo más elocuente de la esterilidad de las «interpretaciones conformes». ¿O es que alguien cree que por muy clarificadora que hubiera sido la pérfida digresión de los magistrados, el Gobierno desandaría ahora su decisión de no recurrir la Ley de Educación catalana, después de haber sacrificado el propio pacto de Estado sobre la Enseñanza promovido por Gabilondo, con tal de no molestar al PSC?






Ya han oído a Artur Mas. Al mantener abiertos tantos melones, el Constitucional va a impulsar no sólo décadas de litigios en torno a los límites del Estatut, sino décadas de negociaciones políticas sobre cómo interpretar las «interpretaciones conformes». Y con una manga tan laxa por parte del Tribunal, lo determinante va a ser el número de escaños que necesite el gobernante de turno de las fuerzas políticas catalanas. Como bien ha apuntado Salvador Sostres, vuelve el tiempo de los «pescadores» avispados en el río revuelto de la ambigüedad legal y la aritmética parlamentaria. Zapatero no sólo no ha cerrado así el proceso autonómico, sino que ha reabierto una subasta al alza de la que no querrá quedar excluido nadie. Si él mismo acaba de dar el peor de los ejemplos prometiendo «reforzar» el Estatut, devolviéndole parte de las competencias judiciales incluidas en los artículos directamente anulados por el Tribunal, qué no estará dispuesto a hacer cuando la materia sólo afecte a las «interpretaciones conformes».






Total, que desde ahora queda consagrado un nuevo modelo de Estado en el que, como en la granja de Orwell, todas las comunidades son iguales, pero hay una que es mucho más igual que las demás. Si alguien hubiera dicho hace unos años que el Tribunal Constitucional avalaría este convoluto entre la infamia y la chapuza, habría sido tomado por tan fantasioso o incluso demente como el que en los 70 hubiera pronosticado que el Consejo del Reino incluiría a Adolfo Suárez en una terna de candidatos a la presidencia del Gobierno. Ahí es donde entran en juego las arriesgadas parteras de estas criaturas imposibles, loadas para siempre si el niño sale guapo, como le ocurrió a Torcuato, o cubiertas de perpetuo oprobio, si lo que se alumbra es un monstruo como creo que le ocurrirá a Torcuata.





¿Y cómo se casa esta dura evaluación con toda la pirotecnia de la ampulosa indignación de Montilla y gran parte de la clase política catalana? La respuesta es fácil, pues su estrategia es la de quien habiéndose apropiado de algo que no le corresponde -potestades y competencias anejas a la soberanía nacional- pone el grito en el cielo porque se le obliga a devolver una pequeña parte, buscando la garantía de que le será «restituido» antes o después.




Churchill lo explicó muy bien al resumir lo ocurrido en la conferencia de Múnich sobre Checoslovaquia: hubo un tipo que «en vez de apoderarse de las vituallas que había sobre la mesa, aceptó que se las sirvieran plato a plato»; ese tipo «exigió una libra» y los otros se la dieron; después «exigió dos libras» y, como eso ya era intolerable, los otros lograron convencerle «de que se contentara con una libra, diecisiete chelines y seis peniques, y el resto en promesas de buena voluntad». Y claro que, aunque vulneren los derechos humanos, no estoy equiparando ni a Montilla con Hitler, ni a sus socios con los nazis pues, como ya advertí en mi videoblog cuando Cospedal le llamó «fascista», hasta para profesar ideas aberrantes hay que creer en algo distinto del sillón en el que se aposenta el molt honorable culo.


Autor: pedroj.ramirez@elmundo.es

jueves, 1 de julio de 2010

Para no olvidar o para darse a la bebida

Os traigo hoy el video de la Plataforma de Apoyo a Zapatero (PAZ), imagino que con la que esta cayendo los "de la ceja" no creo que esten dispuestos a dar la cara por Zapatero. Bueno, seguro que dependerá si ZP renueva los 270 millones de euros anuales de subvenciones al cine.



Tambien incluyo los 3 videos publicado por Intereconomía en el programa "el Gato al agua", genialmente dirigido por Antonio Jimenez.

Lo que nos cuestan los Sindicatos

Los sinidcatos de clase, que deberáin llamarse sindicatos verticales porque viven del presupuesto del Estado, en lugar de las cuotas de sus afiliados, son unas garrapatas que chupan hasta la última sangre del contribuyente, independientemente de la situación del mismo.

Os adjunto un excelente reportaje de los que nos "chupan" a todos nosotros.

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...