Los Hechos
El viernes pasado, tras la reunión semanal del Consejo de Ministros, la Vicepresidenta De la Vega anunció que el Gobierno va hacer las modificaciones legales oportunas para dar al Gobierno Catalan las competencias que el Estatuto les otorga y que el Tribunal Constitucional ha declarado inconstitucionales. Así se materializaba lo que Rodriguez Zapatero llevaba semanas diciendo, haría lo que fuese oportuno para lograr dar a los catalanes lo que el Constitucional les había negado.
Los Antecedentes históricos
No nos debe sorprender la actitud de Rodriguez Zapatero, la izquierda en general, y el Partido Socialista en particular, siempre han denostado la legalidad democrática, en otras palabras son alérgicos a la derechos fundamentales y al marco constitucional, solo lo defenderán mientras no estén ejerciendo el poder, a partir de tomar posesión comenzara a prohibir y recortar las libertades individuales, amordazar la libertad de prensa (directa o indirectamente), acotar los derechos fundamentales, cesaran la defensa del Imperio de la Ley, atacaran la independencia de la Justicia, en definitiva, usaran el aparato del Estado para eliminar a la oposición y doblegar la Ley a sus fines.
La historia del PSOE esta llena de ejemplo, su fundador, Pablo Iglesias, al que tantas escuelas, bibliotecas, calles, etc se han dedicado en la geografía española, dijo la bonita frase:
"El partido que yo aquí represento aspira a concluir con los antagonismos sociales,... esta aspiración lleva consigo la supresión de la magistratura, la supresión de la iglesia, la supresión del ejercito... Este partido está en la legalidad mientras la legalidad le permita adquirir lo que necesita; fuera de la legalidad cuando ella no le permita realizar sus aspiraciones" (Diario de Sesiones del 5 de Mayo de 1910)
¿Qué pasaría si pusiéramos esta frase en la boca de Aznar? Mucho progre estaría pidiendo la condena a pena capital por fascista.
Pero hay más perlas democráticas, Alfonso Guerra ya dijo:
"Montesquieu ha muerto". Con esta frase daba por muerta la separación de poderes.
Hay que recordar que uno de los gobiernos de Felipe Gonzalez liquido la independencia del Consejo del Poder Judicial al establecer que el Parlamento, es decir, los partidos políticos, nombrase a los miembros de el mismo. Así mismo, otro gobierno de Felipe Gonzalez se cargo el recurso previo de inconstitucionalidad para estatutos de autonomía y leyes orgánicas, provocando situaciones como la vivida con la sentencia del TC sobre el Estatuto de Cataluña.
Pero sin duda el que anticipó la importancia de edulcorar el espíritu de la Constitución a través de la leyes y reglamentos fue Largo Caballero:
"Ah! No es bastante haber hecho una Constitución, porque esta Constitución puede ser falseada después en las leyes complementarias; hay que hacer las leyes complementarias, porque si ahora dejamos el camino libre al enemigo, a los de la derecha, en las leyes complementarias desvirtuarán todo el sentido revolucionario que pueda tener la Constitución" Francisco Largo Caballero - El Socialista, 25 de julio de 1933
Las consecuencias
La Inseguridad Jurídica que crea esta estrategia electoralista del Gobierno de la Nación, órgano que tiene que velar por el cumplimiento del ordenamiento jurídico, es enorme; desde mi punto de vista sitúa la democracia española al nivel de república bananera o régimen cusi-totalitario (p.e. situación de Venezuela, por cierto país aliado del Gobierno de Rodriguez Zapatero y cuyo Presidente tanto admira el inquilino de la Moncloa).
La destrucción de la supremacía de la Constitución en el ordenamiento jurídico supone el derribo del edificio democrático construido desde el año 1978. Hay que recordar que la Constitución, los mecanismos para modificarla y la instauración del Tribunal Constitucional como supremo interprete del Espíritu Constitucional constituyen la piedra fundamental de las reglas de juego que nos dimos los españoles en 1978. Esta estructura no es caprichosa, es a imagen y semejanza de las democracias de nuestro entorno, donde el papel de los tribunales constitucionales esta claramente definido, al igual que en España.
En definitiva la ambición personal, el electoralismo calculado, el sectarismo, la intolerancia a otras formas de pensar y el apego al cargo del camaleonico Rodriguez Zapatero van a lograr dejar España en una situación económica, social, jurídica y democrática muy critica, de la cual nos costara mucho esfuerzo y sacrificio para salir; parafraseando a Winston Churchill, " solo puedo prometeros sangre, sudor y lagrimas".
Esperemos que dirigentes sensatos del PSOE dejen a un lado la disciplina de partido y usen el sentido común para derrocar a Rodriguez Zapatero; antes de que los daños a la Nación y a los españoles sean irreparables.
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