Desde las 8 de la tarde de ayer hasta las cuatro de la tarde de hoy, el espacio aéreo español ha permanecido cerrado por la insensatez de un colectivo de privilegiados trabajadores, los controladores aéreos.
Estos trabajadores, que tienen sueldos millonarios (salario medio en torno a los 350.000€ ~ 60 millones de las antiguas pesetas), están en pie de guerra porque el Gobierno quiere racionalizar sus sueldos y jornadas laborales. Obviamente, como cualquier trabajador, tienen derecho a defender sus reivindicaciones por medio del derecho a la huelga. Lo que es inmoral y una desfachatez es que abandonen sus puestos de trabajo y suman al País en el desconcierto, la incertidumbre y bloqueen el tráfico aéreo en plena salida del puente de la Constitución.
Por primera vez, y sin que sirva de precedente, hay que felicitar al Gobierno por la gestión de la crisis; ante el jaque mate de los controladores ha usado todos los recursos que la Ley pone a su disposición: militarización del servicio, actuación de la Fiscalía contra aquellos que han abandonado su puesto y, por fin, declarando el estado de alarma; que es lo que ha puesto contra las cuerdas a los controladores.
Enhorabuena a Rubalcaba por como ha gestionado la crisis, logrando ser el primer Gobierno que no se doblega al chantaje de estos señores.
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