Siempre he considerado que Twitter era como el ágora griego, un lugar abierto al encuentro, la discusión y la dialectica; en el que imperan tres reglas: la primera, solo se pueden usar 140 caracteres, la segunda, hay que ser respetuoso y no insultar y la tercera, argumenta tu posición. Estas dos ultimas premisas han guiado mis tuits a los largo de mi corta vida en Twitter, permitiéndome debatir con antagónicos como Gaspar Llamazares o Cayo Lara.
Sin embargo, este lunes me ha catalogado de troll y me ha bloqueado una persona a la que seguia por su trayectoria periodística e inconformista, se trata de Rosa Maria Artal (@rosamariaartal). Curiosamente, a pesar de definirse como una persona que cree que el mundo hay que cambiarlo y haber participado como autora en libros que hablan de la democracia y el bien común, si la llevas la contraria educadamente en Twitter te llama troll y te bloquea.
Adoro escribir y comunicarme, el mundo aún precisa -más que nunca- ser “cambiado”. Texto de la biografia de Rosa María Artal en su blog el periscopio
"(...)la necesidad de tomar postura y actuar, de concienciarnos y despertar pues todavía hay esperanza, hay soluciones. Una ciudadanía informada y responsable puede impedir los atropellos. Todos con un mismo rumbo, con un objetivo claro: defender la dignidad, la democracia y el bien común. Ha llegado el momento. El primer paso es reaccionar" resumen del libro Reacciona, en el que ha participado Rosa María Artal
Os dejo el conversación que conduce a que Rosa Maria Artal me califique de troll, por favor, dime si realmente lo soy.
Muestra de intransigencia y necedad supina.
ResponderEliminarHaces bien en denunciarlo, JP.
Un abrazo,
Ángel.