Garzón, garzonadas, garzonismo y garzonicidio

El Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española define golfo (De golfín) como:

1. deshonesto ( falto de honestidad).
2. Pillo, sinvergüenza, holgazán.
3. prostituta.

Todas estas definiciones son perfectamente aplicable al juez Garzón y trataré de explicar el porque.

Deshonesto: aunque el adjetivo más exacto sería prevaricación (def. Delito consistente en dictar a sabiendas una resolución injusta por una autoridad, un juez o un funcionario) ya que ha para salir en los medios de comunicación no duda en pedir el certificado de defunción del anterior Jefe del Estado, General Franco, para ver si vivía y se le podía imputar por delitos de genocidio y lesa humanidad cometidos durante y después de la Guerra Civil. El juez Garzón sabía que:

1. el General Franco lleva 34 años muerto, o es el único español que no lo sabe (¿dónde ha vivido los últimos 34 años?)
2. las leyes de Amnistía del 75 y 77 del siglo pasado "vedan de una forma total y absoluta cualquier posibilidad de reiniciar la persecución penal por los actos realizados en nuestra Guerra Civil". Y lo sabe bien porque en base a ellas archivo en el año 2000 la querella contra Santiago Carrillo por los asesinatos de Paracuellos.

Pillo y Sinvergüenza:  el juez Garzón se aprovecha de su puesto para ganar influencia utilizando (activándolos o archivándolos en el cajón) los temas que entran en su juzgado, p.e. el caso GAL, el caso Faisán, etc.   


Se permitió el lujo de entrar en política de la mano de un partido político, como número 2 de la lista de Madrid, detrás de Felipe Gonzalez, en las elecciones del año 93. Eso si, nunca ha perdido su independencia y puede juzgar a miembros del partido político al que se enfrentó en la arena política


Holgazán: el conocido como juez estrella no pega ni chapa, se pasa el día viajando para dar conferencias, charlas, perseguir a dictadores (curiosamente solo de una orientación política, todavía no ha perseguido a Fidel Castro, a Partido Comunista Chino, etc) y estudiando a los indios de cualquier  selva. Mientras tanto los sumarios que lleva, esos por los que sale en las noticias con detenciones espectaculares delante de las cámaras de televisión, acaban como desastres jurídicos por sus chapuceras instrucciones.

Prostituta: (def. Persona que mantiene relaciones sexuales a cambio de dinero) este adjetivo encaja perfectamente con Garzón, ya que mantiene relaciones (devuelve favores a los poderosos) interesadas a cambio de dinero. P.e. Garzón pidió 302.000 euros a Emilio Botín, presidente del Banco Santander, para un cursito en Estados Unidos y a la vuelta del viaje decidió archivar una querrella con Botín, a pesar, que le obligaba la Ley Orgánica del Poder Judicial, que en el artículo 219.10 establece como motivo de abstención «tener interés directo o indirecto» en el pleito.

Por tanto, el frente progre en defensa de Garzón me parece una banda de individuos ideologizados, con poco criterio y faltos de independencia.