La izquierda siempre se jacta de ser la gran valedora de los derechos humanos y las libertades, sin embargo, yo opino que es una de sus grande mentiras que han grabado a fuego en nuestras mente.
Como todas las grandes mentiras la han repetido miles de veces durante todo el siglo XX, consiguiendo que se haya transformado en verdad, como dice el dicho “repite una mentira un millón de veces y se transformará en una verdad”
¿En qué me baso para decir en esto?
En estos dos últimos días han sucedido varios hecho que me han hecho volver a reflexionar sobre esta gran mentira de la izquierda.
1. Mientras el presidente Rodríguez Zapatero pide que en 2015 quede abolida la pena de muerte, no condena a los países que más la aplican, p.e. la Republica Popular China (≈ 1.000 ejecuciones en 2009) ¿será porque es una dictadura comunista?
2. La muerte de Orlando Zapata, preso político de la dictadura cubana, tras 85 días de huelga de hambre, eleva la cifra de muertos por huelga de hambre en Cuba a 11. Las cifras de la represión cubana son brutales: 95 muertos en las cárceles y 8.910 fusilados o desaparecidos. Sin embargo, estas víctimas de una dictadura de izquierda no merecen ni un solo minuto del juez Garzón, ni un reproche de la prensa de izquierda, ni una manifestación de artistas ni intelectuales “progres”
3. Ayer se aprobó la nueva ley del aborto, que convierte en legal el asesinato del “nasciturus” hasta la semana 14 con la sola decisión de la gestante, de la semana 14 a la 22 por los mismos supuestos que hasta ahora y, de la semana 22 en adelante, por malformación incompatible con la vida (¡qué gran falacia! La naturaleza es lo lista para evitar la malformaciones incompatibles con la vida provocando un aborto espontaneo en las primeras 12 semanas de gestación). Las cifras del aborto en España son dignas de cualquier genocida de la historia de la humanidad: 151.812 abortos en 2009.
4. El PSOE sigue persiguiendo la aprobación de una ley que ampare la eutanasia en España bajo el eufemismo de la “muerte digna”.
La izquierda practica una hipocresía brutal en el caso de la muerte. Les parece fenomenal acabar con el primer derecho fundamental de cualquier ser humano (recogido en todas las legislaciones democráticas desde la Declaración de los Derechos Humanos) siempre y cuando no se produzca el parto, a partir de ahí, la vida es “inviolable” para los “progres”.
Así un recién nacido con alguna deficiencia psíquica o física merece todos los esfuerzos de la Sociedad para protegerlo y sacarlo a adelante, pero esa misma persona, dentro del útero materno puede ser asesinado sin piedad ni remordimiento al grito de: “el aborto es un derecho de la mujer”
Y, ¿por qué piensan así?, porque para ellos el nasciturus no es un ser humano (debe ser de un ente o cosa como dijo la ministra Aido). ¡Qué incongruencia!
Otra cosa que “nos deberíamos hacer mirar como sociedad” y, especialmente, la izquierda es que el número de abortos crezca año tras año a pesar de que la izquierda defienda que la educación sexual es la solución a los aborto. Tras 23 años de Constitución que consagró la libertad sexual, tras muchos años de educación sexual en los colegios, tras cientos de campañas de concienciación (p.e. “póntelo, poselo”), tras el reparto de preservativos a la juventud, etc el número de abortos en España no para de crecer año tras año.
Mi respuesta es bastante sencilla, no podemos pensar en que los jóvenes se hagan responsables de sus actos cuando les trasmitimos el mensaje de que sus actos no tienen consecuencias. Puedes cometer delitos (robo, violaciones, asesinatos, etc) que al ser menor no pasa nada (como mucho unos añitos en un centro de menores, luego todo se borra del expediente). No pasa nada por suspender, vas a pasar de curso, para qué te vas a esforzar. No te pongas el preservativo, “hazlo a pelo” (perdón por la frase, pero la veo totalmente necesaria) porque no pasa nada, y si pasa pues te pides una pastilla “del día después” y sino abortas que es libre y si eres menor no tienes que contar con nadie.
O acabamos con la tontería progre de la libertad mal entendida, gripe que nos dura desde los 60 del siglo pasado, o la Sociedad occidental se va a despeñar al abismo. Solo hay que ver los resultados que tenemos en España: la generación Ni-Ni. Resulta que los hijos de la Democracia, aquellos que han tenido todas las libertades, los cuidados y los desvelos de la Sociedad del Bienestar ni quieren trabajar ,ni quieren estudiar, ni quieren asumir responsabilidades, ni asumir compromisos, ni respetar nada, ni…
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