Sobre la rebelión fiscal

El viernes escuché las declaraciones de nuestro Presidente del Gobierno sobre la recogida de firmas contra la subida del IVA que promueve Esperanza Aguirre y no pude hacer otra cosa que quedarme estupefacto. 


El señor Rodriguez Zapatero dijo en un mitin en Sevilla lo siguiente:

"Sacrificios dicen, y hemos visto lo que hemos visto, lo que es impensable en cualquier partido de centro-derecha europeo. Impensable. Que un partido llame a la rebelión frente a una decisión democrática del Parlamento de España"

Este hombre confunde varias o quiere confundir varias cosas:

1. Sacrificio: creo que todos aceptaríamos sacrificios en forma de impuestos si eso sirviese para sacar al país de la crisis, pero lo que no le acepto a este señor que se permita el lujo de darnos lecciones de sacrificios. Actualmente los españoles están sufriendo en sus carnes una crisis económica muy grave, unos lo sufren en forma de paro y otros con miedo a perder su empleo. Esta incertidumbre ha hecho que las familias se "aprieten el cinturón" y ahorren de forma muy importante (la tasa de ahorro de las familias se ha duplicado en 2009). Mientras tanto, el Gobierno de la Nación, supuestamente dirigido por ZP, no solo no ahorra sino que se dedica a despilfarrar el dinero del contribuyente (cientos de asesores del presidente, más ministerios que nunca, más altos cargos públicos que en los gobiernos del PP, prejubilaciones en empresas públicas, etc). 
2. Rebelión frente a una decisión del parlamento: este progre trasnochado confunde decisiones del parlamento con dogmas de fe. Es decir, si el parlamento toma una decisión esta debe ser acatada sin rechistar por los ciudadanos. Este individuo debe olvidar que en el Estado de Derecho, amparado por nuestra Constitución, los ciudadanos tienen distintas vías para oponerse a las disposiciones que tome el parlamento cuando las consideren lesivas, dañinas o perjudiciales. Una de las vías es la recogida de firmas para hacer una proposición popular, otra vías son los recursos judiciales y otra muy importante, manifestarse en contra de las mismas. El decir que algo esta bien porque tiene la aprobación de la mayoría del parlamente, es una gran memez, que pasaría si a partir de mañana el parlamento decidiese que la peredastria no es un delito sino un derecho de todos, deberíamos acatarlo aunque vaya en contra de nuestros principios morales y del derecho natural.

Por tanto, si el gobierno despilfarra el dinero de mis impuestos y el Estado de derecho me permite oponerme a las decisiones del Gobierno y del Parlamento, me declaro en rebelión fiscal contra la subida de impuestos.